Exiliado cubano Lázaro Yuri Valle Roca narra el horror que vivió en las prisiones castristas

Lázaro Yuri Valle Roca se suma a los periodistas independientes exiliados por el régimen castrista. (Captura de pantalla © Martí Noticias – Facebook)

El activista cubano Lázaro Yuri Valle Roca, recientemente exiliado de la Isla, detalló en una entrevista con la BBC cómo fueron sus días en prisión, tras ser detenido por grabar una protesta pacífica en Centro Habana, ocurrida el 14 de junio de 2021.

Valle Roca filmó el momento cuando setecientas octavillas de papel fueron lanzadas desde el balcón de un popular barrio en dicha zona de la capital. Los transeúntes recogieron los panfletos, cuyo contenido clamaba por elecciones libres, libertad para los presos políticos y el fin del comunismo, acompañados de citas de los próceres cubanos José Martí y Antonio Maceo.

Menos de 24 horas después, el periodista, de 63 años, fue arrestado y trasladado a Villa Marista, donde asegura haber sido golpeado y recluido en un calabozo. En este lugar pasó los primeros 50 días sin medicamentos y sin comer bien, ya que agentes incautaban el alimento que le llevaba su esposa.

En ese sitio se enteró de las protestas masivas ocurridas el 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos salieron a las calles en todas las provincias para exigir respeto a los derechos humanos y un sistema democrático.

Posteriormente, el cofundador de “Delibera”, una plataforma con contenido contra el gobierno cubano y prodemocracia, fue trasladado a la prisión conocida como el Combinado del Este.

En esa cárcel, ubicada en la periferia oriental de La Habana, le comunicaron que enfrentaba los cargos de “propaganda enemiga” y “resistencia”. Bajo estas acusaciones, comenzó a ser residente en el lugar, donde se encuentran decenas de presos políticos y encabeza la lista de violaciones de derechos en cárceles compilada por el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas.

En una videollamada con el medio de prensa de Reino Unido, Valle Roca mostró un pequeño vaso de plástico blanco, indicando un tercio de su capacidad. “Esto es la ración de arroz que te dan en el Combinado del Este, junto a una especie de picadillo que es todo agua y huele mal. En el arroz te puedes encontrar desde insectos hasta partes de ratones o lagartijas”, afirmó. Él recibía raciones ínfimas dos veces al día, además de un vaso de jugo en el desayuno.

Por este maltrato, el colaborador de medios opositores como Radio Martí, con sede en Miami, adelgazó demasiado, pasando de pesar 80 kilos a solo 53 kg. “No tenía asistencia médica de ningún tipo. Yo tenía mi tratamiento para la hipertensión, pero no me lo suministraban, ni siquiera me daban aspirinas”, lamentó.

Durante su encarcelamiento, contrajo esclerosis en la aorta, neumonía crónica, un quiste en la vesícula y una desviación en el tabique nasal por la golpiza de un guardia. En junio de 2022, fue juzgado en un tribunal de La Habana, donde los fiscales pedían 6 años de prisión.

“Todo fue irregular. Hubo diplomáticos y prensa que quisieron ir y no se lo permitieron. Yo había puesto testigos y no los citaron”, comentó el opositor, quien finalmente fue sentenciado a cinco años de cárcel.

Al cumplir casi los tres años, la Embajada de Estados Unidos en La Habana le concedió un visado humanitario y las autoridades cubanas aceptaron liberarlo a cambio de que abandonara el país.

El pasado 6 de junio, él y su esposa, Eralidis Frómeta, llegaron al aeropuerto de Miami y poco después se dirigieron a Filadelfia. Aunque están a salvo en el exilio, les preocupan las posibles represalias contra su familia en la Isla. Valle Roca planea someterse a tratamiento médico y psicológico para curar las secuelas de sus tres años en prisión, pero no descarta retomar su lucha política.