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Los alimentos y el combustible los más afectados por la inflación en Cuba
Las categorías de Transporte y Bebidas alcohólicas y tabaco fueron las divisiones con mayores incrementos mensuales de precios en marzo, con 48% y 36%, respectivamente.
La inflación en Cuba experimentó una aceleración significativa en marzo de 2024, un fenómeno que también se dio en febrero, según los datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei).
El repunte estuvo liderado por un notable aumento en el precio de los alimentos, que constituye más del 50% del alza general, y el crecimiento en los costos del combustible. Dentro de los alimentos, el aumento más significativo fue el de la carne de cerdo. Lo anterior, según el economista Pedro Monreal, “es el tipo de dato que cuestiona la idea de que se ‘avanza’ en la estabilidad macroeconómica”.
1/7 En marzo, la inflación oficial mensual se aceleró en Cuba por segundo mes consecutivo. Influyó el aumento de precios de los combustibles aplicado ese mes, pero el alza de precios continúa explicándose principalmente por el creciente precio de los alimentos pic.twitter.com/SoCLGaf2I5
— Pedro Monreal (@pmmonreal) April 19, 2024
En marzo de 2024 la inflación fue del 33.17% y quedó en la misma “meseta” del rango de valores en los cuales ese importante índice se ha situado desde noviembre de 2023.
Las categorías de Transporte y Bebidas alcohólicas y tabaco fueron las divisiones con mayores incrementos mensuales de precios en marzo, con 48% y 36%, respectivamente. Ambas esferas tienen un peso de más del 80% en el dato general de inflación.
El transporte, incluyendo el costo de taxis y transporte interurbano, mostró un aumento en los precios, contradiciendo las expectativas iniciales del gobierno, a pesar de que se decretó un alza en las tarifas de los combustibles.
Para Monreal es evidente que al finalizar el primer trimestre de 2024, se evidencia el fracaso del componente antinflacionario del paquete económico, marcado por una implementación inconsistente y efectos limitados. Este entorno inflacionario continúa erosionando el poder adquisitivo de los cubanos, poniendo en riesgo el bienestar económico general.
Diferencias entre la inflación oficial y la real
La discrepancia entre la inflación oficial y la real en Cuba es considerable, con la inflación oficial anualmente alrededor del 30%, una cifra que subestima la realidad económica que enfrentan los cubanos. Muchos en Cuba dependen del mercado informal para sus necesidades diarias, donde los precios son típicamente más altos que los reportados oficialmente.
La metodología para calcular la inflación se basa en una canasta de bienes y servicios a precios estatales, que incluye elementos esenciales como alimentos, vivienda y transporte, pero no captura adecuadamente el costo real en el mercado informal.
El control gubernamental sobre la economía permite la manipulación de precios a través de subsidios y regulaciones, lo que podría distorsionar aún más las cifras de inflación reportadas. Según el economista Monreal, la inflación en Cuba es el resultado de varios factores, incluidos los ajustes de precios después del ‘reordenamiento’, la inadecuada respuesta de la oferta y un elevado déficit fiscal que genera exceso de liquidez.
Adicionalmente, menciona que la estrategia del gobierno para estabilizar la economía ha implicado reducir drásticamente los salarios y pensiones con relación al PIB, lo que ha comprimido severamente los ingresos de los trabajadores, exacerbando el impacto inflacionario en la población.