Las diferencias entre el turista y el nacional en Cuba también se ven en el transporte

La falta de ingresos y combustible ha impedido la estabilización de la transportación masiva de pasajeros. (Foto © Periódico Cubano)

Las diferencias entre el turista y el nacional en Cuba también se aprecian en el acceso al transporte, otro sector que, al igual que el gastronómico o el de la construcción, solo tiene prioridad de inversión en las áreas enfocadas en el turismo.

Una publicación reciente de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) revela de forma oficial un marcado contraste entre los medios de transporte utilizados por turistas, con la finalidad de que generen ingresos para los hoteles dominados por los militares de Gaesa, y los usados por los nacionales en Cuba.

El informe destaca un aumento interanual del 162.1% en el número de pasajeros de buses turísticos, ascendiendo de 13.3 millones en 2022 a 21.6 millones en 2023. En contraparte, los usuarios de guaguas públicas disminuyeron en un 17.6%, de 390.2 millones a 321.6 millones en el mismo período.

La disponibilidad de ómnibus públicos, que cobran en pesos cubanos (CUP), han sufrido una caída casi equivalente al 20% en comparación con el año anterior. Además, el transporte escolar también registró una reducción del 20.7% en el número de pasajeros.

Lo anterior debido al deterioro del parque automotor en el sector público y la enorme crisis de combustible que obliga a paralizar rutas urbanas, interprovinciales y nacionales por la falta de hidrocarburos.

En las últimas horas, el ministro cubano de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, asistió a la tercera presentación de Miguel Díaz-Canal como youtuber, y allí admitió que el sector estatal enfrenta uno de sus “peores momentos de los últimos años”.

La falta de ingresos y combustible ha impedido la estabilización de la transportación masiva de pasajeros, afectado además por la escasez de piezas e insumos necesarios para el mantenimiento de una flota cada vez más desgastada.

Como evidencia las vicisitudes, el funcionario comentó que solo en La Habana se consumen 80.000 litros de diésel diarios para mantener en funcionamiento toda la flotilla de transporte público. Sin embargo, esa cantidad de combustible necesaria actualmente no se puede garantizar.

Tanto Díaz-Canel como Rodríguez Dávila culparon al gobierno de Estados Unidos por una supuesta “persecución energética” que le impide al castrismo acceder a los combustibles, piezas de repuestos y unidades de transporte nuevas. La justificación se cae ante las propias estadísticas oficiales que muestran que no hay “bloqueo” para el turismo.